¿Estás hart@ de las dietas que no funcionan? Descubre cómo los factores emocionales pueden estar afectando tu capacidad para bajar de peso
Si has estado tratando de bajar de peso, pero no has tenido éxito, podría ser debido a factores emocionales que están obstaculizando tu progreso. A menudo, la gente se enfoca únicamente en el aspecto físico de la pérdida de peso, pero la conexión mente-cuerpo es igual de importante para alcanzar tus objetivos de pérdida de peso.
Lo que piensas, crees y sientes es igual o más importante que lo que comes. Porque tienen un impacto sobre:
- Tu digestión
- Tus hormonas del metabolismo
- La absorción de nutrientes
- Cómo quemas calorías
- Cómo acumulas grasa.
Tú puedes tener el plan de alimentación más saludable del planeta, pero si te encuentras en un estado de estrés emocional, inconscientemente puedes estar desactivando tu metabolismo y provocando almacenaje de grasa no deseado.
Te explico 7 factores emocionales que podrían estar afectando tu capacidad para bajar de peso…
- Tienes una mala relación con tu cuerpo y la comida.
- Restringes mucho la alimentación de los alimentos que te gustan y que te causan placer
- No estás escuchando los mensajes que tu cuerpo tiene para ti.
- Te faltas RESPETO hacia ti mism@
- Hay un «miedo o creencia limitante» en tu vida que no puedes o no quieres resolver.
- Vives demasiado a prisa.
- No duermes bien en las noches.
1. Tienes una mala relación con tu cuerpo y la comida.
Esta relación provoca estrés en tu cuerpo, en donde desregulas tus hormonas del apetito (grelina y leptina) provocándote que comas más de lo que necesitas.
Con mi asesoramiento, verás cómo transformar una mala relación con la comida, en una basada en el amor y el respeto hacia ti mism@. Y al transformar esto, será mucho más fácil bajar de peso.
2. Restringes mucho la alimentación de los alimentos que te gustan y que te causan placer
El placer es un gran catalizador del metabolismo. Si no recibimos placer, nuestro cuerpo produce una sustancia llamada NEUROPEPTIDO Y. Esta sustancia, hace que te dé hambre más impulsivamente por la restricción de comida al estar a dieta, o no comes nada que te sepa rico porque todo lo rico está prohibido y es pecado, todo ello te está provocando inconscientemente que te dé ansiedad por comer.
3. No estás escuchando los mensajes que tu cuerpo tiene para ti.
El cuerpo es un mensajero. Nos habla a través de las sensaciones, de las enfermedades y nuestras condiciones de salud. La ansiedad por comer es un mensaje que te está mandando tu cuerpo, ya sea de que hay algo físico que hay que arreglar o algo emocional. Por poner un ejemplo:
quizás no me siento valorad@, y esta falta de reconocimiento me hace que busque confort en la comida.
4. Te faltas RESPETO hacia ti mism@
Piensa por un momento en lo primero que piensas cuando te ves en el espejo. ¿Qué piensas?
Pasamos varios minutos del día enganchad@s con lo que no nos gusta ¿y qué hacemos?:
- Nos criticamos, nos rechazamos, y abusamos verbal y mentalmente de nosotr@s.
- Nos ponemos en dietas muy bajas en calorías, nos castigamos con exceso de ejercicio, o al contrario, nos castigamos al no mover a nuestro cuerpo, nos atiborramos de comida chatarra, e ignoramos las señales de hambre y saciedad que nos da nuestro cuerpo.
Esto nos engorda porque nuestro cuerpo detecta un auto ataque- y entra en un estado de estrés crónico bajo.
Y si esto se da día tras día, eventualmente empezamos a acumular grasa y a no desarrollar músculo, aunque comamos sano y hagamos ejercicio.
5. Hay un «miedo o creencia limitante» en tu vida que no puedes o no quieres resolver.
El «miedo o creencia limitante» te puede estar pasando factura con el peso (independientemente de que seas consciente de él o no).
Puede ser un miedo o creencia limitante a:
- No ser suficiente.
- No poder.
- Salir de tu zona de confort.
- Engordar.
- No poder adelgazar.
- La carencia.
- No ser exitos@
- Que no te quieran o te acepten.
El miedo o creencia limitante es una emoción que, si no la procesamos, y la vivimos crónicamente, ya sea consciente o inconscientemente, activa nuestro sistema nervioso simpático, apagando mi digestión, desregulando mis hormonas del apetito, acumulando grasa y no desarrollando músculo (entre muchas otras cosas).
6. Vives demasiado a prisa.
Cuando vivimos demasiado a prisa: ¿ qué sucede? Generalmente comemos rápido, no ponemos atención a lo que estamos comiendo, no nos damos suficiente tiempo para descansar y podemos llegar a ser demasiados dur@s con nosotros mism@s (entre miles de otras consecuencias más).
Y todo esto, si se vive crónicamente, eventualmente va fatigando mis glándulas suprarrenales… Y cuando vivo con fatiga adrenal, mi hormona cortisol está fuera de control. Y una de las principales consecuencias de que mis niveles de cortisol estén fuera de control, es el incremento de peso “inexplicable”, ¡especialmente alrededor del abdomen!
7. No duermes bien en las noches.
La falta de sueño puede afectar la pérdida de peso de varias maneras. Cuando no duermes lo suficiente, es más probable que te sientas cansad@ y estresad@, lo que puede aumentar tus antojos de alimentos poco saludables. Además, la falta de sueño puede afectar negativamente tu metabolismo. Lo hace más lento porque te ayuda a guardar energía.
Ya has visto sólo 7 factores emocionales que afecta tu capacidad para bajar de peso, pero si te dijera que no sólo afectan tu peso, también interfieren en tu condición de salud, como la tiroides y que además son tus emociones quienes controlan tu necesidad de comer en excesos. . .
Con mi asesoramiento te voy a ayudar a entender por qué es tan importante amar y aceptar tu cuerpo tal como es, para que puedas hacer cambios positivos sin sentirte presionad@ por expectativas poco realistas, sabrás cómo abordar tus problemas de peso de manera integral y sostenible, y desarrollar una relación saludable con la comida y tu cuerpo.
¡Te espero para recorrer junt@s este camino de amor propio y bienestar!